Tuesday 1 August 2017

CHARLES BAUDELAIRE: EL POETA DEL ASCO


Por: Daniel Rosales Lobato


Baudelaire escribió un poema, nunca publicado en vida, llamado La moneda falsa; versa acerca de dos amigos que al caminar por los bulevares de París se topan con un mendigo, concediéndole una limosna inmediatamente, sin embargo, uno de ellos es mucho más generoso; al ver la superioridad de la moneda otorgada el narrador se sorprende, pero se sorprende aún más cuando el amigo generoso confiesa tranquilamente: “Era una moneda falsa”. 


"Pero en mi cerebro miserable, siempre ocupado en buscar lo que no se halla (¡qué abrumadora facultad me ha regalado la naturaleza!), entró de repente la idea de que semejante conducta por parte de mi amigo sólo tenía excusa en el deseo de crear un acontecimiento en la vida de aquel infeliz, y quizá el de conocer las distintas consecuencias, funestas o no, que una moneda falsa puede engendrar en manos de un mendigo. Pero él rompió bruscamente mi divagación recogiendo mis propias palabras: Sí, estáis en lo cierto; no hay placer más dulce que el de sorprender a un hombre dándole más de lo que espera. Entonces vi claro que había querido hacer al mismo tiempo una caridad y un buen negocio. Nunca le perdonaré la inepcia de su cálculo. No hay excusa para la maldad; pero el que es malo, si lo sabe, tiene algún mérito; el vicio más irreparable es el de hacer el mal por tontería."


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Con base en este poema trataré presentar a Charles Baudelaire, curioso poeta decimonónico, su entorno social y lo que significa para el desarrollo del pensamiento contemporáneo.

La figura del mendigo: Baudelaire (1821-1867) trata de comprender un París invadido por el tedio y la desgracia, emprendiendo la modernidad derribando todo lo viejo; y la gran novedad de ese París es la irrupción de los miserables, los desposeídos, los excluidos que Baudelaire llamara “pobres”.
La gran maquinaria capitalista empieza a transformar las grandes ciudades en centros industriales que atraen a miles de personas en busca de la “felicidad”; sin embargo, no todos pueden acceder a un trabajo asalariado, ¿la alternativa?, mendigar, prostituirse, robar, estafar, o morirse en las calles. Viejos edificios son derrumbados para dar paso a grandes bulevares llenos de negocios de todo tipo y personajes de toda clase; un espacio donde se podía tener intimidad en público y estar entre la gente a solas. Inspirado en este paisaje Baudelaire transmite el contraste entre las ruinas y los escombros del viejo París, oscuro, denso, aterrador, y las nuevas calles que permiten a los pobres descubrir una belleza a la cual no pueden acceder. Describe una sociedad que entra al capitalismo sin haber resuelto los problemas del feudalismo, y en consecuencia una transformación social única en la historia llena de belleza, algarabía, arte, ciencia, progreso, asco y miseria… mucha miseria.

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Un cerebro miserable: Imaginémonos a Baudelaire vestido elegantemente de negro, con su sombrero de copa, bombín y toda la cosa, llegando a las protestas del 48, junto con los obreros y los estudiantes. Charles, eres grande, ¿vienes a apoyar la revolución? No, vengo a ver si encuentro a mi padrastro para meterle un tiro en la cabeza.
Su padre murió cuando él tenía 6 años y su madre se casó con un coronel al cual odiará toda su vida. Empezó su carrera como crítico de arte, sin embargo, su primer éxito fueron sus traducciones al francés de Edgar Allan Poe. La fortuna de su padre biológico le permite disfrutar de una vida llena de lujos, viajes y excesos. Su obra más destacada, Las flores del mal, es acusada de atentar contra la moral pública (1857), y no levantará su censura sino hasta 1949. La magia de la vida de Baudelaire radica no en el hecho de crear arte, sino  en el arte de convertir su vida en un hecho estético. Estetiza su existencia en todo momento, cuando camina por París, cuando respira, cuando se droga, cuando hace el amor con sus novias mulatas y prostitutas quienes le contagiarán la sífilis que no lo abandonará en toda la vida, llevándolo a una muerte lenta y dolorosa el 31 de agosto de 1867 a los 46 años.


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La moneda falsa: ¿De qué habla Baudelaire en sus poemas? De lo que todos los poetas hablan, del amor, de la muerte, de las mujeres, sin embargo, su diferenciador serán los  temas que su época le permite: la modernidad, las condiciones de creatividad, pero sobre todo la fealdad, el asco, lo horripilante y devastador que es el París que le tocó vivir. Elogia lo que no se podía, a las rameras, a la miseria, al asco, a satán, al hachís, al vino; es uno de los primeros poetas que empieza a configurar una estética de la fealdad, de una fealdad consecuencia directa de la modernización capitalista. Este nuevo sistema económico es la moneda falsa, pues genera belleza para los que están adentro y fealdad para los de afuera, y un poeta, dice Baudelaire, debe tener una pata en cada lado.



¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Gloria y loas a ti, Satán, en las alturas del cielo donde reinas
y en las profundidades del infierno en el que sueñas,
vencido y silencioso, haz de mi alma, bajo el Árbol de la Ciencia,
como una iglesia nueva sus ramajes expandan.



Pero, ¿cuál es el problema de fondo que condiciona la obra de Baudelaire? Si bien no hace filosofía en el sentido metodológico de la disciplina, vemos en su obra, al igual que en Marx o Nietzsche, un profundo análisis de lo que sucedía en su entorno, pues expresa en sus textos el clamor de un tiempo que no puede comprender, y lo que no puede comprender es el problema de lo moderno. Hay una conciencia central de lo transitorio, todo el tiempo pasa sin detenerse; existe un elemento efímero que nos arroya y nunca terminamos de comprenderlo, porque lo propio de la modernidad es el cambio, la novedad, la transformación, y se vuelve angustiante al revela un mundo efímero que nos devuelve a la conciencia originaria de nuestra mortalidad.
Lo efímero no es una creación de la modernidad, pero es en ella donde se vuelve consciente. ¿Cómo detenemos un mundo cambiante? Mediante paradigmas: Dios, la racionalidad, la cultura, los valores, la ciencia. Lo que hizo la modernidad es derribar esas grandes metáforas que intentaron contener el problema del cambió. Todo pasa, pero lo verdadero permanece, y esto era cierto hasta antes de su llegada, pues esos grandes diques contenedores que ordenaban al mundo explotan, y Baudelaire es uno de los grandes detonadores poniendo de manifiesto la belleza de la fealdad, de lo asqueroso.

¿Vienes del cielo profundo o surges del abismo,
Oh Belleza? Tu mirada infernal y divina,
vuelca confusamente el beneficio y el crimen,
y se puede, por eso, compararse con el vino.

Lo que ganamos al leer a un tipo como Baudelaire es darnos cuenta del hecho, no que Dios no exista, sino la posibilidad de que sea un Dios malvado, o peor aún, que sea un Dios apático y valemadrista al que no le importamos o no le simpatizamos. Así es, es probable que seamos los hijos malditos de la historia; pese a esto, gracias al arte y a tipos como Baudelaire, nos damos cuenta que somos capaces de reafirmar nuestra humanidad aún en el foso más profundo y lleno de mierda, en la desgracia, en la inconmensurabilidad del asco y del tedio.

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Thursday 6 August 2015

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN HITLER, O DE CÓMO ÉL NO COMENZÓ LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Cierto día en una de esas reuniones de adulto contemporáneo, en las que se discute el Tractatus Lógico de Wittgenstein y el último episodio de Laura en América, la plática se inclinó por razones desconocidas hacia la figura de Hitler como primogénito de Satán; y no es por presumir, pero Hitler y la Segunda Guerra Mundial es uno de los temas que más he investigado porque me apasionan profundamente, pero no más que discutir con ignorantes. Así pues, durante mi férrea defensa de Hitler, mi contrincante por cuestiones desconocidas, terminó llorando de rabia y profiriendo palabras hacia mi persona que no puedo repetir por cuestiones de autoestima. Sin embargo, me hizo reflexionar seriamente acerca de lo que llamamos “nuestra realidad”, y me recordó una frase de Morfeo en The Matrix. Tienes que entender que la mayoría de las personas no están listas para ser liberadas, y muchos de ellos están tan habituados al sistema que pelearán para protegerlo.


Morfeo


Imaginen esta escena: Hitler, en su despacho de Berlín, observa de lejos su globo terráqueo, se acerca con sigilo y le rodea, lo toma ente sus manos, lo acaricia tiernamente, a la vez que murmura, emperador del mundo, lanzando inmediatamente después una risa maliciosa echando su cabeza hacia atrás (gracias Chaplin). En efecto, durante toda su vida estudiantil recordarán a sus profesores de historia enseñándoles la versión de los vencedores, esa que dice que Hitler por sus afanes expansionistas y su mente diabólica comenzó un pleito internacional llamado Segunda Guerra Mundial. Pues bueno, ustedes no están para saberlo, pero yo se los voy a contar; no sólo que esto no es verdad, sino que es una de las mayores mentiras de la historia universal repetida año tras año a millones de personas en todo el mundo. ¡Y ya va siendo hora de que escuchemos a los acusados!


El Gran Dictador. Película de 1940 escrita, dirigida y protagonizada por Charles Chaplin



Así las cosas, empecemos por el principio. Se le conoce como Segunda Guerra Mundial al conflicto bélico entre naciones ocurrido entre el 1 de septiembre de 1939, cuando el ejército alemán invade Polonia, y el 2 de septiembre de 1945, fecha de rendición de Japón. Y las preguntas obligadas son: ¿Quiénes, por qué, y cómo comenzó la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué Polonia?

Para contestar debo remontarme al 30 de enero de 1933, momento en el cual el Partido Obrero Nacionalsocialista, mejor conocido como Nazis, celebra su entrada al poder en Alemania; ¿la razón de su triunfo?,  millones de alemanes en la miseria y miles muriendo de hambre.

Por cuestiones de espacio no puedo entrar en detalles de cómo Hitler en menos de 10 años, con una brillante política económica y sin ayuda internacional, logra levantar a Alemania, lo único que puedo decir es que este suceso hizo que los aliados mojaran los calzoncillos y pusieran sus barbas a remojar; no fuera ser que otro país quisiera copiar su modelo y echar abajo las teorías económicas imperantes. Había que hacer algo, en pocas palabras… joder a los alemanes.  

Los primeros pasos de Hitler en el entarimado internacional son tímidos y moderados, pero al ver que los vencedores de la Primera Guerra no están dispuestos a ayudar, cambia sus métodos. Se centra primero en territorios aledaños con mayoría de población germana, y mediante plebiscitos logra las anexiones del Sarré, parte de Checoslovaquia, y Renania. ¿Su próxima misión?, Austria.

Si pusieron atención a sus clases de historia en la secundaria, y tuvieron un profesor tan bueno como yo, recordaran que Austria y Alemania fueron un solo imperio (El Imperio Alemán) hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial, razón por la cual son obligados a separarse. Por ello, Austria lanza un plebiscito y el 99% de la población está de acuerdo con la unión. Los vencedores dicen no, sin embargo, Hitler desobedece y marcha con su ejército hacia Viena donde es recibido entre lágrimas y flores; al mismo tiempo las tropas austriacas entran en Berlín como señal de reunificación pacífica y común acuerdo. Hasta aquí, ni una sola bala disparada, ni anexión por la fuerza. ¿En dónde está ese maldito psicópata del que me hablaron toda mi primaria?

Hitler entrando a Austria el 12 de marzo de 1938



Remontémonos un poco más atrás para explicar el contexto. La Primera Guerra Mundial termina con el Tratado de Versalles, en el cual se llega al acuerdo que todos los países deben reducir sus tropas militares a lo esencial. Alemania es obligado a cumplir, pero los aliados hacen como que la virgen les habla, e invierten cantidades estratosféricas para modernizan sus tropas. Cuando el partido Nacionalsocialista llega al poder, las tropas aliadas lo superan 97 veces. Hitler, en varias ocasiones, propuso reconsiderar este tratado y regular el armamento mundial, lo mandan olímpicamente al diablo, y secretamente empieza a reconstruir su ejército.

Polonia se siente amenazada por todos lados. Danzig, territorio regalado también en el Tratado de Versalles, tiene 97% de población teutona, además, después de la Primera Guerra, se anexa territorios fronterizos alemanes, quienes debilitados por la guerra no pueden defenderse. Y para acabarla de amolar, los germanos quieren construir vías férreas esenciales para su desarrollo económico; no se puede, pues los polacos tienen controlado el territorio. Hitler quiere negociar y realiza varias propuestas. Polonia las rechaza todas y cada una, pensando claramente en la guerra.

Para 1933 el presidente polaco Pilsudski, pide a Francia iniciar un ataque en común contra Alemania, esta acepta. Ministros alemanes hablan con Churchill (pues Inglaterra es el primer socio comercial de Polonia) para llegar a un acuerdo, este se niega. Lo que queremos es que la economía alemana se destruya por completo; fueron las palabras del afamado primer ministro inglés.

Para mayo del 39 Francia reafirma su apoyo a Polonia y están dispuestos atacar la frontera alemana si Polonia decide invadir por su lado. Mientras tanto en la isla, Inglaterra también se prepara secretamente para atacar Berlín. Hitler intenta por todos los medios poner fin a los conflictos con Polonia cediéndole territorios y control económico sobre varias regiones dadas por la Liga de las Naciones, pero los polacos se siente fuertes porque son respaldados por mamá Francia y papá Inglaterra, así que se niegan a aceptar las propuestas de Hitler.

Polonia inicia la crueldad contra los alemanes. Detenciones arbitrarias, negocios y granjas incendiadas, gente deportada, en plena calle se les dan palizas; en varias ocasiones el ejército polaco abre fuego contra aviones civiles alemanes en su camino a Konigsberg. Miles tratan de escapar, pero el ejército polaco tiene órdenes de disparar a los fugitivos.

Poco antes de iniciar la guerra hay 80 mil alemanes en campos de refugiados. Aquella miseria alemana fue el punto histriónico donde la marrana torció la cola, el verdadero detonante de la Segunda Guerra, y no el afán expansionista de un loco desquiciado. No es mi ambición estar en esto de la guerra, pero sí es crear un nuevo estado nacional y social de la más alta cultura, y cada año de esta guerra me roba tiempo de aquel trabajo, dice Hitler en un discurso radiofónico.

En Rusia también se encienden las luces, y mientras Stalin mata de hambre a los ucranianos y vende su grano al extranjero para pagar la modernización de su ejército, hace negociaciones secretas con Inglaterra y Francia para atacar Alemania.

Para fines de agosto de 1939 Hitler hace un último intento por limar asperezas,  Inglaterra y Francia le dan largas al asunto, Polonia, aconsejado por estas, lo rechaza. El 1 de septiembre el ejército alemán se prepara para atacar a Polonia, y para el 3, Francia e Inglaterra le declaran la guerra. Ese mismo día Polonia empieza una cacería y matan a más de 1000 alemanes en territorios polacos. El 4 de septiembre Inglaterra bombardea buques teutones.  
Alemania aniquila a Polonia en 29 días, y una vez más propone paz a Francia e Inglaterra, ambos rechazan la oferta, pues su objetivo no es ayudar a Polonia, sino hundir a los teutones. El 6 de abril de 1940 Hitler vuelve a ofrecer la paz, la respuesta es el avance de las tropas inglesas sobre aguas noruegas para impedir el abastecimiento de minerales hacia Alemania. Inglaterra sigue desplegando tropas hacia el norte de Francia. El 10 de mayo Inglaterra ocupa Finlandia y mejora su posición, el mismo día Alemania ataca Francia (pues no podían esperar que los atacaran) para derrotarla en 6 semanas. Italia quiere parte de la presa y declara la guerra a Francia el 20 de julio.

No los voy a aburrir con todos los detalles de la Segunda Guerra, así que me adelantaré al 8 de mayo de 1945 cuando el ejército alemán depone las armas.

El ejército ruso toma oficialmente Berlín el 2 de mayo de 1945


Una vez más los vencedores se preparan para el saqueo; cientos de miles de patentes alemanas son expropiadas; tecnología y armamento se envían a Estados Unidos y Rusia; los científicos germanos son deportados, y millones de prisioneros alemanes son reclutados para trabajos forzados durante muchos años. Alemania es culpable de esta miseria, dicen los aliados, y tiene que pagar.

Se calcula que más de 2 millones de mujeres alemanas fueron violadas por el ejército ruso, de las cuales el 10% fueron asesinadas después. Meses antes, las fuerzas aéreas británica y estadounidense bombardean Dresde (ciudad alemana) sin ninguna justificación militar. El 6 de agosto Hiroshima es reducida a escombros por la bomba atómica, y el 9 de agosto una segunda bomba cae sobre Nagazaki. Japón se rinde el 2 de septiembre en el acorazado Missuri anclado en la bahía de Tokio. Exactamente 6 años y un día después, el conflicto mundial más dañino en la historia llega a su fin.

Entre el 20 de noviembre de 1945 y octubre de 1946 son llevados a cabo, en Núremberg Alemania, una serie de juicios para condenar a los criminales de guerra Nazis. Uno de los juicios más hipócritas e infames en la historia de la humanidad, tal vez solo comparable en hipocresía al juicio de Sócrates, pues fue un juicio lleno de dudas, parcialidades y doble moral. 

La acusación a la que debieron responder se basaba en cuatro cargos: (1) crímenes contra la paz (planear, instigar y librar guerras de agresión violando los acuerdos y tratados internacionales). (2) Crímenes contra la humanidad (exterminio, deportaciones y genocidio). (3) Crímenes de guerra (violación de las leyes de guerra). (4) "Haber planeado y conspirado para cometer" los actos criminales anteriormente mencionados.

Los veredictos: Tres acusados fueron absueltos (Hjalmar Schacht, Franz von Papen y Hans Fritzsche); cuatro fueron condenados a penas de entre 10 y 20 años de cárcel (Karl Dönitz , Baldur von Schirach, Albert Speer y Konstantin von Neurath), tres fueron condenados a cadena perpetua (Rudolf Hess, Walther Funk  y  Erich Raeder), y finalmente, 12 fueron condenados a muerte. Diez de ellos fueron ahorcados el 16 de octubre de 1946 (Hans Frank , Wilhelm Frick , Julius Streicher, Alfred Rosenberg, Ernst Kaltenbrunner , Joachim von Ribbentrop, Fritz Sauckel, Alfred Jodl , Wilhelm Keitel y  Arthur Seyss-Inquart), Martin Bormann fue condenado "in absentia" y Herman Goering se suicidó en su celda antes de la ejecución.

Los Juicios de Núremberg, en lugar de una espada de Damocles suspendida sobre la cabeza de cada dictador, usurpador y torturador, es un producto enterrado en el aparato legislativo de los estados; la supuesta protección de la ley para con los “criminales” nazis no fue sino una obra bien montada con Goering como antagonista, y cuyo final ya todos conocíamos desde el comienzo de la función. Pero cumplieron su cometido, ya que etiquetaron al régimen nacionalsocialista y a su líder, Adolf Hitler, como uno de los gobiernos más crueles e inhumanos en la historia de la humanidad.

Más, ¿quién juzga a los gringos por las violaciones y asesinatos a civiles en Okinawa y por las bombas nucleares? ¿Quién juzga a los rusos por las violaciones sistemáticas a las mujeres alemanas y los asesinatos y torturas a prisioneros de guerra? ¿Quién juzga a los franceses por las violaciones a niños Italianos después de la batalla en Monte Casino, o a los ingleses por Dresde?

Recuerdo la película poco comprendida de Tarantino, Bastardos sin gloria, y me pongo a pensar, ¿cuál es la diferencia entre asesinar a miles de seres humanos en hornos, y matarlos con una bomba nuclear? ¿Con qué autoridad moral los aliados erigen un tribunal para juzgar a los nazis por “crímenes contra la humanidad? 


Si efectivamente los nazis merecen ser condenados históricamente por lo que hicieron, ¿por qué los aliados no? Si efectivamente los nazis cometieron genocidio hacia el pueblo judío, ¿por qué los europeos no son juzgados con la misma vara por lo que hicieron y siguen haciendo en América, África y Asia? Sí efectivamente los nazis son el engendro del mal y Hitler el diablo mayor por hacer lo necesario para levantar a su patria, ¿por qué a los judíos y gringos no los denuncia la historia por lo que están haciendo en Palestina desde hace más de medio siglo?

La respuesta es muy sencilla. En la historia de la humanidad los vencedores siempre enjuagan la sangre de sus manos en la pila de los vencidos, y después se encargan que escurra por el desagüe de la historia oficial, para desembocar en las cloacas del olvido. 

Hasta aquí mi relato querido lector. Por favor, no me crea. Investigue, lea, infórmese (dejo bibliografía), pues cada que alguien conoce la versión de los vencidos, estamos un paso más cerca de la justicia.


Adolf Hitler 1889 - 1945

Fuentes:
The War That Had Many Fathers, de Gerd Schultze-Rhonhof
The Churchill legend, de Neilson Francis
Truth for germany, de Udo Walendy
El camino de la guerra, de David Irving



Saturday 9 May 2015

La historia (dínamica de introducción para diversas actividades)

LA HISTORIA

“Un hombre de negocios acababa de apagar las luces de la tienda cuando un hombre apareció y le pidió dinero. El dueño abrió la caja registradora. El contenido de la caja registradora fue extraído y el hombre salió corriendo. Un miembro de la policía fue avisado rápidamente”
   
Afirmaciones
V
F
NS
1) Un hombre apareció después que el dueño apagó las luces de la tienda.



2) El ladrón era un hombre.



5) El dueño de la tienda extrajo el contenido de la caja registradora y salió corriendo.



6) Alguien abrió una caja registradora.



7) Después de que el hombre que demandó dinero extrajo el contenido de la caja registradora, huyó a toda carrera.



9) El ladrón demandó dinero al dueño.



10) Un hombre de negocios acababa de apagar las luces cuando un hombre apareció dentro de la tienda.



11) Era a plena luz del día cuando el hombre apareció.



12) El hombre que apareció abrió la caja registradora.



13) Nadie demandó dinero.



15) Los siguientes eventos ocurrieron: alguien demandó dinero, una caja registradora fue abierta, su contenido fue extraído y un hombre huyó de la tienda.






Destino

Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato

Sunday 26 April 2015

Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Playa Requesón Baja California Sur
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
La huerta

Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Plaza Mijares San José del Cabo
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Fuente Monumento a la Revolución, México D. F.
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Tarde de aviones

Saturday 25 April 2015

¿Cómo conocí a Homero Simpson?

NO ESTABA DORMIDO… ¡ESTABA EBRIO!: O DE CÓMO CONOCÍ A HOMERO SIMPSON


Siempre he dicho que los tres personajes más interesantes en la historia de la humanidad son, y no precisamente en ese orden: Siddhartha Gautama Buda, Yeshua Ben Yoseph (alias Jesucristo), y Homero Simpson. Los dos primeros no requieren explicación, pero el tercero sí.

Homero Simpson es un ciudadano estadounidense, gordo, calvo, un poco estúpido e ignorante, bebedor de cerveza, comedor de rosquillas y enajenado de la televisión, atrapado en un trabajo mediocre y sin futuro. Es esposo y padre de tres niños (Marge, el perro no cuenta como hijo): Bart, con serios problemas de límites, al cual estrangula constantemente. Lisa, con dificultades de adaptación social, en la que Homero difícilmente se interesa. Maggie, ignorada por este la mayor parte del tiempo. Y por último, su esposa Marge, a quien hace rabiar y decepciona a menudo.

Esclavo de sus deseos, Homero es mentiroso, poco amable, posee un escaso sentido de la justicia, abusa del débil y no es generoso; carece de sabiduría práctica, se muestra excesivamente crédulo, razona fatal, y en su trabajo es un incompetente. Además, debemos recordar que vivió una infancia desgraciada (abandonado tempranamente por su madre, no recibió ningún estímulo positivo de su padre) y es portador del gen Simpson, que vuelve a los hombres más estúpidos según avanzan en edad. Su amor a la vida es una cualidad éticamente positiva, pero esta cualidad no va acompañada por la prudencia, lo cual lo torna potencialmente peligroso.

Entonces, ¿en qué sentido puede resultar admirable Homero Simpson?   Miembro de la “alta clase media baja”, conforme con su mediocridad y con su escaso salario, carece de malicia y a menudo se comporta como un niño. Logró ir al espacio, ganarle un pelea a George Bush (padre), aplastar a Aerosmith, tener entre sus enemigos a la reina de Inglaterra y al emperador de Japón, ser estafado por Fidel Castro, hablar con Dios y luego mediante ecuaciones matemáticas probar su inexistencia; además de haber viajado a más de 14 países y jugado al béisbol con Roger Clements, Ken Griffi Junior y José Canseco, entre otras cosas.

Si un día despierta y decide manejar una barredora, lo hace, o si elige entrar al negocio de la grasa, nada ni nadie se lo impedirá, aunque lo más seguro es su fracaso, eso a él no le importa, pues disfruta de la vida en sus más básicos elementos como ningún otro. No tiene ningún tipo de complejo psicológico y social, o si lo tiene, a los 5 minutos se le olvida. Es, sin temor a equivocarme, un ser feliz, y eso es algo que la mayoría de las personas que habitamos este planeta no podemos decir. Homero Simpson ha fracasado en todo menos en la vida. Mi hijo no es comunista podrá ser tonto, estúpido, inútil, comunista, pero nunca una estrella de porno (Abraham Simpson).

Matt Groening concibió a la familia Simpson en el vestíbulo de la oficina de James L. Brooks. Había sido llamado por el lanzamiento de una serie de cortos animados, y quería presentar su serie Life in Hell (Vida en el infierno). Cuando se dio cuenta de que tendría que rechazar sus derechos de autor al publicar Life in Hell, decidió seguir otro camino. Dibujó con apuro un borrador de su versión de una familia disfuncional y nombró a los personajes igual que los miembros de su familia, nombrando a Homero como su padre. Homero entonces realizó su debut con el resto del clan Simpson el 19 de Abril de 1987 en el corto de Tracy Ullman ‘Buenas noches’, y desde entonces no ha soltado la corona. Destruiste el auto de Hitler, ¿qué te ha hecho él a ti? (Nelson a Bart)

No es atrevido decir que Los Simpson es el mayor hito de la cultura popular televisiva de finales del siglo XX y principios del XXI. Buena prueba de ello son sus recién cumplidos veinticinco años de emisión, que la convierten en la serie de animación más longeva de la historia.

Ahora bien, ¿Los Simpson son un fenómeno de “puro entretenimiento estúpido para pasar el rato”, como diría Homero, o algo tiene el agua cuando la bendicen? Bueno, todo empezó en un club Gentleman, a donde hablábamos de Wittgenstein mientras jugábamos Backgammon. (Homero a Mulder y Scully en un interrogatorio).

En mi opinión, lo que da a Los Simpson un valor añadido son las constantes alusiones a todo tipo de referencias: películas, pinturas, escritores, libros, series, hitos culturales, etc. Algunas alusiones se les reconoce antes que a otras, y no todos captan las referencias, pero su estética hace que aumente el disfrute de quien las detecta y no minimiza la diversión para el que pasan desapercibidas. Por lo tanto, y a reserva de escucharme pedante y soberbio, el nivel de cultura del telespectador es proporcional al disfrute del programa. No hay nada que temer, excepto por ese terrible planeta de los simios... un momento... la estatua de la libertad... ¡Era nuestro planeta!, ¡maniático estúpido!, lo arruinaste todo. ¡Malditos sean! ¡Malditos sean todos! (Homero)

Con la mano en el corazón puedo asegurarles que cada capítulo de la serie creada por Matt Groening, al contrario de lo que mucha gente puede pensar (y de hecho piensa), ofrece mucho más que situaciones graciosas y argumentos triviales, pues es lo bastante profunda e inteligente para garantizar cierto nivel de discusión filosófica; y al tratarse de un programa popular, resulta útil como vehículo para explorar una variedad de cuestiones sociales y políticas en favor de un público no especializado. Yo soy como ese hombre que construyó un cohete con sus manos y llego a la luna, ¿Cómo se llamaba, Apollo Credd?


Es resumen, Los Simpson, entre carcajada y carcajada, se ha convertido en una crítica despiadada hacia la sociedad actual, una sociedad que olvida a sus personas mayores en asilos, vota por gobernantes corruptos, prefiere ver televisión a leer un libro o ir a un museo, señala al diferente y lo excluye, o simplemente se da la vuelta ante las injusticias.
Si usted es de las personas que odia Los Simpson por el simple hecho de ser populares, o porque la estética de los personajes no le agrada, lo invito a ver con la mente abierta un capítulo de la serie, ahora bien, si sigue sin gustarle, siempre está la opción del canal 2. Sé que nunca creí en ti, pero si en verdad estás en el cielo.... ¡Ayúdame Superman!



¿Cómo emocionar a tus alumnos?